Lavarse las manos antes de comer o después de ir al baño. Parece obvio pero a veces, con las prisas o por pereza no lo hacemos y esto supone un error. Un correcto lavado de manos con jabón puede prevenir enfermedades como la neumonía o la diarrea, por eso es importante hacerlo con frecuencia y saber cuál es el mejor método para hacerlo.
Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) explica que el proceso adecuado para lavarse las manos según el CDC se divide en cuatro pasos:Mojarse las manos con agua limpia, ya sea templada o fría, cerrar el grifo y aplicar jabón.
Frotar las manos con el jabón, haciendo espuma, juntando palma con palma y después en la parte trasera de la mano, así como entre los dedos y las uñas. Este proceso debe durar al menos 20 segundos.
Enjuagar las manos bajo el agua del grifo.
Secar las manos con una toalla de papel o bajo un secador.
Limpiar e hidratar tu piel, también es un efecto protector y agradecido para tu cuerpo. Es recomendable que la ducha se haga de forma diaria, pero esta regla no es la misma para los niños que aún no han llegado a la adolescencia. En el caso de los más pequeños, de 6 a 11 años, deben ducharse entre una y dos veces por semana y cuando suden o se hayan bañado en una piscina.
Después de la ducha es imprescindible secarnos muy bien, para no provocar la aparición de hongos, producidos por la humedad. Una vez limpios y bien secos, pasamos a la hidratación. Esta es una parte fundamental para aportar agua a nuestra piel, que tanto la necesita. Puedes hacerlo una o dos veces cada día, lo recomendable es hacerlo por la mañana y/o por la noche, dependiendo de si tienes piel seca, mixta o grasa.
Lavarse los dientes es otra de los pasos fundamentales en la higiene personal. Una boca mal cuidada acarrea muchos problemas como el mal aliento, pérdida de dientes, aparición de caries o enfermedades como la periodontitis. Es aconsejable cepillarse los dientes después de cada comida, aproximadamente de tres a cinco veces al día, haciendo especial hincapié por la mañana y por la noche.
Los pies también necesitan un cuidado especial en nuestra higiene personal, especialmente para los diabéticos, porque pueden prevenir la aparición de úlceras en los pies.
Los pasos para una limpieza correcta son:
• Lavar los pies a diario con agua y jabón, incidiendo en el espacio que hay entre los dedos.
• Secar bien los pies con una toalla, insistiendo de nuevo entre los dedos para evitar la aparición de grietas.
• Hidratar de manera adecuada los pies, en este caso no aplicar la crema entre los dedos.
• Usar zapatos cómodos y adecuados a la forma de nuestro pie.
También es aconsejable, evitar andar descalzo en lugares públicos como piscinas municipales o baños comunes, para evitar la aparición de hongos.
Pelo
El cabello debe lavarse dos o tres veces en semana. También debe lavarse a diario en el caso de personas con el cuero cabelludo graso, o de aquellas que practican mucho deporte o sudan en exceso.
Ropa limpia
La ropa es como una capa más de piel que también acumula bacterias, tanto de nuestro cuerpo como del exterior.
Además de la ropa interior, que debe cambiarse a diario, es recomendable cambiar de ropa frecuentemente, especialmente después de la ducha.
Estos son solo algunos consejos de cómo tener una buena higiene personal, pero obviamente hay que tener en cuenta otros conceptos como las uñas, el cuidado fácil, etc.