Todo inició en un día común y corriente. Estaba en mi sofá, el sitio donde me encanta leer, cuando finalmente decidí decir algo que había estado pensando durante mucho tiempo. «Voy a inscribirme en la universidad», afirmé con determinación. «Voy a usar la mayoría de los ahorros que heredé de mi familia para pagarlo». Mis hijos reaccionaron de inmediato y de manera decisiva.
Ryan estaba furioso y dijo que estaba equivocado, mientras que James me reprochó fríamente por haber malgastado el dinero que podría haber asegurado el futuro de mis nietos. A pesar de enfrentar resistencia, me mantuve firme en mi elección. Sabía que era importante hacerlo, tanto por mi propio bienestar como en memoria de mi esposa fallecida, Mary.
Un camino solitario pero importante. Decidí continuar con mis estudios universitarios y me enfrenté a muchos desafíos en el camino. Entrar a un campus lleno de jóvenes mucho más jóvenes que yo al principio me intimido, pero cada clase y debate me confirmaban que había tomado la decisión correcta. El costo que tuve que pagar fue elevado.
Mis hijos me han dejado solo en un doloroso aislamiento al cortar todo contacto conmigo. A pesar de estar solo, recibí apoyo de donde menos lo esperaba. El Dr. es muy amable y atento. Mi profesor de literatura, Thompson, notó mi punto de vista especial en clase. A raíz de esto, algunos compañeros, como Melissa, empezaron a buscarme como compañía. Melissa, en particular, me vio como una fuente de inspiración después de la pérdida de su abuelo.
El apoyo inesperado