Nuestra mente puede engañarnos con trucos visuales, como la ilusión de los platos desechables que parecen estar al revés, desafiando nuestra percepción de la realidad. A simple vista, los platos que parecen estar boca arriba pueden parecer estar boca abajo, y al contrario, todo depende del ángulo desde el que se observen. Este fenómeno que ha llamado la atención en redes sociales nos hace pensar en cómo nuestro cerebro interpreta lo que vemos y por qué a veces nos engaña de forma tan astuta.
Una ilusión óptica es el concepto detrás de este truco visual. Las ilusiones ópticas suceden cuando nuestro cerebro recibe señales visuales que no son reales. En el caso de los platos desechables, lo que percibimos visualmente permanece igual, pero la manera en que nuestro cerebro los interpreta puede variar. Esto hace que parezca que los objetos están girando aunque en realidad no lo están. La mente intenta interpretar la imagen de acuerdo a lo que consideramos normal, pero en este caso, comete un error y distorsiona la percepción.
Es útil investigar cómo nuestro cerebro interpreta imágenes para entender este fenómeno. El cerebro utiliza pistas visuales como la luz, la sombra y las formas para procesar la información que recibe a través de los ojos. En este proceso, trata de crear siempre una imagen lógica del mundo que nos rodea. A veces las señales que vemos pueden llevarnos a confusiones, como sucede aquí. Los platos crean sombras que confunden al cerebro al ver las formas circulares, haciendo que a veces se vean boca arriba y otras veces boca abajo dependiendo del ángulo y la atención que se le preste a la imagen.
Esta ilusión óptica está relacionada con la perspectiva y profundidad. Nuestro cerebro está acostumbrado a ver el mundo en tres dimensiones, por lo que le resulta un desafío interpretar imágenes planas como fotografías o dibujos. En la imagen, los platos parecen estar colocados de una forma que desafía la lógica tridimensional, lo que provoca una alteración en la percepción. Utilizar luces y sombras en una imagen es importante para generar la sensación de profundidad, ya que nuestro cerebro percibe esas señales visuales como indicativos de la misma.
Nuestra manera de enfocar también afecta a esta ilusión. Cuando nos enfocamos en un plato, la imagen puede verse diferente. Esto ocurre cuando el cerebro cambia su percepción según en qué parte de la imagen nos enfoquemos. Cuando nos enfocamos en un detalle, a veces perdemos la vista general y nuestro cerebro interpreta de forma diferente la posición de los objetos.
En resumen, esta ilusión de los platos demuestra cómo nuestro cerebro puede ser engañado por las imágenes. La forma en que observamos un objeto y la luz que lo ilumina afectan la percepción de su posición. Nuestra mente es flexible y puede adaptarse a diferentes estímulos visuales, aunque la realidad se mantenga igual. Estas ilusiones nos enseñan lo sorprendente que es nuestro cerebro al procesar la información visual de forma constante, además de ser entretenidas de mirar.
Cuando veas una imagen en la que los objetos parecen cambiar de posición, solo recuerda que es una ilusión creada por la mente al intentar interpretar lo que ven nuestros ojos. Las ilusiones ópticas demuestran lo increíble que puede ser la mente al intentar interpretar el mundo, incluso sin tener todas las respuestas.